Cada año, con la llegada del verano, el calor se instala en nuestras casas y en nuestras oficinas, y con él, los efectos nocivos del sol y un notable aumento del consumo energético.
Son circunstancias que pueden llevarnos a pensar en grandes inversiones, como cambiar el sistema de climatización o embarcarnos en una reforma. Pero no necesariamente debe ser así.
Las láminas de control solar son películas finas y transparentes que se aplican sobre el cristal de las ventanas o fachadas, sin necesidad de modificar la estructura del edificio ni de realizar un mantenimiento complejo. Son, por ello, una tecnología sencilla pero eficaz para reflejar y absorber el calor proveniente del exterior, impidiendo que la mayoría de los rayos del sol penetren en nuestro espacio. Y todo esto, sin renunciar a la luz natural.
Además, estas láminas —formadas por diversos componentes tecnológicos— se adaptan a prácticamente cualquier cristal. Existen diferentes tonalidades y niveles de opacidad que permiten ajustarse tanto a criterios estéticos como funcionales.
En cuanto a sus beneficios, destacan la reducción del calor en los espacios interiores, lo que conlleva un mayor ahorro energético al depender menos del aire acondicionado u otros sistemas de ventilación. Por otro lado, protegen tanto nuestra piel como nuestros muebles, ya que filtran hasta el 99 % de los rayos ultravioleta. Y, además, ofrecen una capa extra de privacidad, permitiendo ver desde el interior sin ser vistos desde fuera.
Apostar por estas láminas es apostar por eficiencia energética, confort y sostenibilidad, sin necesidad de obras ni inversiones mayúsculas.
En Grupo Firma contamos con un equipo especializado en su instalación y trabajamos con los mejores materiales del mercado. Si tienes dudas o quieres saber cuál es la mejor solución para tu espacio, estaremos encantados de ayudarte.